KANTO EN MACHU PICHU: CANTO I

Nacimos uno, al unísono
Parido de un útero cuadrado
Ensueño carbonizado,
Caldero de dioses al atardecer.

Como señal de procesión
Humo, guano
Lluvia desnuda
Limpiando el camino del Inca
Paz, traslación de astrales ermitaños.
Lámpara de selva que guía el agua al precipicio.

Hombres invisibles
Abren este portal.

Están acá
Despiertos acarreando el molde de la cúpula nocturna
Haciéndole túneles al cuerpo
Moldeando la sangre de los peregrinos en las altitudes del tiempo.

Siento voces
Espectros benevolentes
Entre estas nubes violentas,
Cada golpe del encaje de la piedra
Resuena entre mis tímpanos derretidos.

Me falta pulso
Voluntad de puma
Garra de lagarto en árbol sacrificado,
Desdoblamiento de músculo que se parte de raíz.
Conciencia en las alturas al hombre despierto.

Estas sombras tragan mi impulso mortal
Centellea la visión de la torre vigilante,
El ego de la tierra me provoca éxtasis

Ando en rito
En corte de cordillera
En este bosque de halcones,
Distrito de hormigas mordedoras del vagabundo.
Salto a esta hoguera
Y caigo en un coma profundo.

Sagrado el día
En que mis ojos conocieron este observatorio
Los lentes del hijo de esta tierra
Eran más puros para conocer los secretos del movimiento de las cosas.

Mis piedras angulares tratan de ordenarse
Y solo necesito sacarme los ojos
Y ponerme dos piedras de jade
Para seguir mi camino.

Los dioses esta tarde respiran en mis pulmones muertos.